viernes, 13 de diciembre de 2013

¿Cómo puede ser competitivo un país?

Cómo plantearse que el país sea competitiva. Se puede competir en PRECIO o DIFERENCIACIÓN.

Históricamente España ha sido competitivo en precio y desafortunadamente tal y como hemos apreciado, sobre todo en el transcurso de la última década, ha sido primero el éxito y luego el fracaso de la industrialización del país, una vez que otros países han dado las condiciones necesarias para abrirse y ser aún más competitivos en precio.

Si embargo, en la actualidad la tónica está siendo otra, la industria tradicional que se fue ahora está volviendo y esos países que se llevaron nuestra industria ha llevado a cabo un proceso de inversión en I+D y empieza a destacar en industrias más intensivas en tecnología. En términos burdos, se quedan lo mejor, las industrias de mayor potencial de crecimiento y que más valora añadido aportan y nos devuelven las migajas, las industrias maduras con menores potenciales de crecimiento.

Aquí nos planeamos cual podría ser la solución, seguir bajando los salarios para seguir compitiendo en precio? Me temo que no, ya vemos que menores salarios, como sería obvio pensar, aporta menores rentas disponibles a las familias, menor consumo, demanda interna y por consiguiente parón de la economía. Una devaluación de la moneda, ya tampoco es posible.

Para empezar a plantear una solución, habría que tomar medidas inmediatas en términos de invertir en I+D desde el punto de vista del sector público, tanto en forma directa, como en ayudas a la empresas ya castigadas por la recesión sufrida, como en formación.  Investigaciones en ciencias, métodos, diseño que mejoren la calidad, diseño y novedad de productos que sean más atractivos al mercado exterior.Incentivos fiscales a las empresas punteras en el sector, creando el ambiente adecuado en todos los sentidos, parques tecnológicos, científicos que propicien la concentración de empresas afines.

Otras políticas industriales que pueden ser en forma de información acerca de preferencias, tendencias, y la búsqueda y estudio de nuevos mercados.

Pero los esfuerzos, no sólo deben centrarse en las manufacturas, sino también en el creciente mercado de los servicios y aprovechar la ventaja que tiene España respecto al casi entero continente americano del centro y sur, en todos los sentidos, como destino de exportaciones como en intermediaciones con el resto del mundo dado el mayor desarrollo de España y sus mercados y la gran ventaja en idioma con respecto al resto del mundo, sobre todo en este sector planteado de los servicios.

En fin, si queremos que el futuro lejano sea más brillante que el más inmediato, habrá que mirar hacía ello y saber qué es lo que vamos a poder vender para salir del bache.